El Movimiento “Saharauis por la Paz” (MSP) manifiesta su preocupación e inquietud en relación al ambiente de tensión y de crispación que está siendo alimentado por las autoridades políticas del Polisario desde que surgió el pasado 22 de abril, el nuevo movimiento político.
Una campaña intensa de acoso y derribo fue desatada desde entonces. El pistoletazo lo dio Jatri Aduh, el Comisario Político en Jefe del Polisario en una alocución radiotelevisada en la que arremetió contra la nueva organización recurriendo a argumentos y métodos fascistas . Su diatriba incluyo acusaciones de alta “traición, connivencia y conspiración con el enemigo”. Tampoco faltaron las amenazas y no solo las veladas: “ tenemos que apuntar con el dedo a los traidores, denunciar a los supuestos infiltrados, echarles, someter a todo opositor o crítico a escarnio público y juzgarlos en tribunales populares”, dijo públicamente Aduh. Tanto en esta alocución como en un manifiesto político publicado el 23 de abril, el jefe de la oficina política del Polisario hizo uso de todo un repertorio de instrumentos para “ linchamiento e intimidacion que parece extraído de los discursos incendiarios de Robespierre durante la dictadura del terror.
En la última semana, grupos de exaltados azuzados por las arengas de Jatri Aduh se dedicaron a insultar y vilipendiar a los miembros de MSP en las redes sociales. También manipularon y falsificaron los contenidos de la web y Facebook del movimiento.
A las comunidades saharauis en España se ha trasladado también este clima de tensión y crispación. Algunos miembros de MSP recibieron llamadas incómodas por WhatsApp, insultos y amenazas por parte de elementos fanatizados por el discurso radical y la explotación irracional de la pasión nacionalista.
Los dirigentes del Polisario han de entender que no todo vale contra el adversario político, que los límites de la ética y la decencia nunca deben rebasarse, que los tiempos de los partidos y pensamientos únicos ha quedado atrás y que desde el siglo pasado las controversias en política se dirimen en el debate sereno y respetuoso y en las urnas, no en los cuadriláteros, ni en los “autos de fe” o tribunales populares. La intolerancia, la incitación al odio y la represión política contra el opositor o crítico debería quedar como un triste recuerdo del pasado, el que, en nuestro caso, se remonta al año 1988. Los dirigentes del Polisario deberían rememorar aquellos lamentables sucesos marcados por la represión de las ideas, la persecución y la brutalidad, más que nadie, quienes las sufrieron en carne propia.
Al tiempo que llamamos a la dirección del Polisario a asumir su responsabilidad, el MPS pide a todos los afiliados y simpatizantes a no dejarse llevar por este clima de crispación y tensión.
De no cesar la campaña de violencia verbal e incitación al odio MPS recurrirá a las autoridades judiciales y gubernamentales así como los organismos de derechos humanos.
Comité de Prensa
4 de mayo 2020