El enviado personal del secretario general de la ONU, Staffan de Mistura viajo la semana pasada a la capital sudafricana donde sostuvo, el miércoles, conversaciones con la ministra de Asuntos Exteriores Naledi Pandor. En declaraciones a la a prensa a raíz del encuentro, la jefa de la diplomacia sudafricana se limitó a comentar que el Sr. De Mistura expuso “algunos enfoques” en relación al problema del Sahara Occidental aludiendo al carácter “confidencial” de las propuestas que, según la ministra, han de ser estudiadas a fondo para poder responder a las preguntas sobre los contenidos.
El imprevisto viaje del emisario de la ONU fue anunciado pocas horas antes por el portavoz del secretario general del organismo internacional, Stéphane Dujarric quien explicó que respondía a una invitación oficial del gobierno sudafricano y se enmarcaba en los buenos oficios del emisario para desbloquear el proceso político en torno a la cuestión saharaui.
No deja de resultar un tanto sorprendente y extraño el anuncio de este viaje, ya que Sudáfrica ni ejerce la presidencia de la Unión Africana, ni forma parte de los países observadores, ni del grupo constituido por Estados Unidos y otros países miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más España que suelen elaborar los proyectos de resolución para renovar los mandatos de la MINURSO.
Por otro lado, Sudáfrica es el segundo y más importante aliado con el que cuenta el Polisario, tan solo por detrás de Argelia. Su intromisión en el contexto actual, salvo que sea para persuadir al Polisario a acudir a la mesa redonda y respetar el alto el fuego, solo puede tener efectos adversos, complicando aún más la ya de por sí difícil misión del Enviado de la ONU. Por si no sobraban razones para el “embrollo”, De Mistura anduvo algo falto de tacto en el anuncio de su visita a Pretoria, haciéndolo tan solo unas pocas horas después del partido de fútbol entre las selecciones de Marruecos y Sudáfrica, con el triunfo de esta última en el campeonato por la Copa Africana de Naciones (CAN).
El enviado personal de Antonio Guterres lleva más de dos años desplegando esfuerzos perseverantes para reanudar el proceso político interrumpido en mayo de 2019, tras la dimisión de su antecesor, el ex presidente alemán Horst Kohler. Lamentablemente los resultados, hasta ahora, parecen más bien magros por no decir desalentadores.
En su viaje a la región, en septiembre pasado, el Enviado de la ONU recibió tanto a cargos electos proclives a las tesis de Marruecos como a diversos activistas afines o próximos ideológicamente a Argelia y al Polisario. Sin embargo, resulta chocante que aún no haya recibido a representantes del Movimiento Saharauis por la Paz (MSP), máxime teniendo en cuenta, como ha podido constatar personalmente sobre el terreno, el impacto positivo a todos los niveles que ha tenido la aparición de este nuevo actor político surgido de las entrañas del movimiento armado y que, desde un enfoque moderado y conciliador, apuesta por una tercera vía y está en posesión de una hoja de ruta clara y precisa para la solución pacífica del problema del Sáhara Occidental.
Al tiempo que reitera su voluntad de contribuir al desbloqueo del enquistado proceso de paz en el Sáhara Occidental el MSP hace votos porque este inesperado y “misterioso” viaje a Sudáfrica no termine siendo un “desliz desafortunado” que precipite otra dimisión y provoque el enésimo fracaso de los emisarios de la ONU en la ex colonia española.
Hach Ahmed
Primer secretario del Movimiento Saharauis por la Paz (MSP)
04/02/2024
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Inesperado viaje de De Mistura a Sudáfrica
by MSP
El enviado personal del secretario general de la ONU, Staffan de Mistura viajo la semana pasada a la capital sudafricana donde sostuvo, el miércoles, conversaciones con la ministra de Asuntos Exteriores Naledi Pandor. En declaraciones a la a prensa a raíz del encuentro, la jefa de la diplomacia sudafricana se limitó a comentar que el Sr.... Read More