Ante las declaraciones del secretario general del MOVIMIENTO SAHARAUI PARA LA PAZ (MSP), sobre el Conflicto del Sáhara, recogidas por Atalayar.com, el COMITÉ INTERNACIONAL PARA EL DIALOGO Y LA PAZ considera oportuno comunicar que:
- Apoyamos la decisión del MSP de sumarse como observador a la Internacional Socialista. Esta organización multipartidaria internacional es, desde hace años, un foro donde el Frente Polisario difunde su falaz propaganda y su discurso de odio contra todo intento de encontrar una solución concertada para el Conflicto del Sáhara.
La presencia del MSP en ese ámbito permitiría tener otra versión más equilibrada y positiva de lo que realmente sucede en torno a la búsqueda de una solución para este conflicto.
- Saludamos la vocación del MSP de encontrar una solución realista y pacífica, basada en el diálogo y la negociación, renunciando a toda forma de apelación a la lucha armada.
- Valoramos especialmente su adhesión a una solución posible, realista y justa al Conflicto del Sáhara a través de la Propuesta para la Negociación de un Estatuto de Autonomía para esa región, presentado por el Reino de Marruecos ante Naciones Unidas, en 2007.
- Consideramos una actitud muy positiva y efectiva la búsqueda del MSP, mediante el “diálogo directo” de un “arreglo serio a través de una negociación” del Conflicto del Sáhara donde se respeten todos los derechos e intereses de las parte involucradas. Respetamos su honesta crítica y denuncia de los crímenes cometidos durante décadas por el Frente Polisario sobre la población que mantiene retenida en los infames campamentos de Tinduf, en Argelia. Como la exposición de los niños que participan del Programa Vacaciones en Paz, a la apropiación de las familias de acogida y a la amenaza de caer en manos de pedófilos españoles.
- Apoyamos el pedido del MSP solicitando al secretario general de Naciones Unidas la convocatoria de una mesa de negociación ampliada para impulsar una solución al Conflicto del Sáhara.
- Exhortamos al Frente Polisario y a Argelia a deponer su habitual posición obstruccionista, a abandonar toda acción armada y a sumarse constructivamente a la búsqueda de una solución realista, posible y justa para el Conflicto del Sáhara.