Nota de prensa: N. 12/2022
Medios de prensa, próximos a los centros de poder en Argelia han reaccionado con virulencia ante el proyectado encuentro para el diálogo saharaui convocado por el Movimiento Saharaui por la Paz, en Las Palmas de Gran Canaria y al que asistirán estadistas, académicos y una importante representación de la sociedad saharaui, entre ella un nutrido grupo de notables descendientes de la Asamblea del Sáhara.
A estas alturas no debería sorprender a las autoridades argelinas que el Polisario tras cincuenta años de errores y abusos ejerciendo como partido único se levanten contra su sempiterna dirección críticas y corrientes opositoras reivindicando cambios internos y la rectificación de estrategias erróneas que solo pueden conducir a un suicidio colectivo.
Argelia, que ha sido escenario de cambios ejemplares en favor de la democracia y el multipartidismo no puede ignorar, ni debe encubrir las deficiencias de gestión y los abusos injustificables en los que han incurrido el liderazgo del Polisario. Más que hacerse eco de los argumentos y versiones de esa dirección, enfrascada en luchas intestinas por el poder y los privilegios, las autoridades argelinas debían prestar mas atención a los lamentos de esa ínfima parte de la población saharaui refugiada en Tinduf que a diario manifiesta su descontento y hartazgo ante la dureza de la vida, las desigualdades y el destino incierto al que la encamina el viejo liderazgo del polisario.
Atribuir a conspiraciones de servicios de inteligencia de otros países un intento de abrir un diálogo saharaui libre y abierto en un espacio neutral y al que puede acudir quien dice representar a todo el pueblo saharaui es una injerencia poco afortunada que pone en cuestión la autonomía y madurez política de sus protegidos además de dañar, ante el resto de los saharauis, la imparcialidad, el prestigio y la autoridad moral de la Argelia democrática del siglo XXI.
Comité de Prensa.
Madrid, 20 de agosto de 2022